Ecografía
La ecografía es una técnica diagnóstica que no emplea radiaciones sino ultrasonidos (sonidos que nuestro oído no puede percibir) por lo que es totalmente inocua. En los últimos 20 años ha sufrido un espectacular avance técnico consiguiendo un gran capacidad de discriminación de los tejidos.
Por otro lado es una técnica que se realiza en tiempo real, lo que nos permite interactuar con el paciente: preguntarle, ver la estructura en movimiento…
En general siempre asociamos esta técnica al estudio del abdomen o del embarazo pero esto supone un mínimo porcentaje de su utilidad, tiene una gran utilidad en el estudio del aparato locomotor, tejidos blandos (mama, tiroides, testículo…), Sistema Nervioso…
Empleando el efecto Doppler que detecta el movimiento de las estructuras (en el que se basan los radares que pueblan nuestras carreteras) podemos hacer un estudio fiable, morfológico y funcional, de nuestro sistema cardiovascular.
En los últimos años se emplea una nueva técnica asociada a la ecografía, que es la elastografía, que basa su funcionamiento en la diferente deformabilidad de los tejidos, que parece presentar un futuro prometedor en el estudio de los tumores y de la patología hepática, nos permite valorar el estado del hígado sin realizar biopsia.
Por otro lado, además de su capacidad diagnóstica per se, sirve de guía para la realización de procedimientos invasivos diagnósticos (punciones y biopsias) y terapéuticos (infiltraciones, drenajes…)